El baño de humildad del Villanovense al FC Barcelona

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La Community Manager del Villanovense

Ayer el Villanovense le dio un baño de humildad al Barça o, por lo menos, esto es lo que se está vendiendo desde la prensa. Últimamente la palabra “humildad” se está usando para todo en los medios, como ocurre desde hace tiempo con “demagogia” y más recientemente “populismo”. Siempre está aquél triunfador que dice: “Yo vengo de una familia humilde” queriendo decir que a él nadie le regaló nada, que se ganó su éxito, como si humildad y pobreza fueran sinónimos, o como si aquellos que no tuviéramos tantas posibilidades de triunfar en la vida fuéramos personas bondadosas, pero lo cierto es que no, uno puede ser pobre y mala persona, igual que uno puede ser muy trabajador y seguir siendo mala persona.
Por otro lado, presumir de humildad es totalmente contradictorio, uno deja de ser humilde desde el momento en que usa ese término para echarse medallas. Pero, como digo, la televisión y el mundo en general están abonados a la palabra humildad, se vende humildad, esfuerzo y trabajo, como si eso fuera a llevarnos a algún lado. Ayer escuchaba al Presidente del Villanovense decir: “Somos un equipo humilde y trabajador y este ha sido nuestro premio”. Yo le diría: “No, un sorteo aleatorio les llevó a enfrentarse al F.C. Barcelona, ni más ni menos.”
Me gustaría explicar en este artículo los motivos por los que, supuestamente, el Villanovense le dio ayer una lección al Barça, aunque más bien debería decir el motivo, ya que en realidad solo existe uno: El Barça no jugó el partido con los pesos pesados, es decir, Suarez, Neymar y compañía. El Barça, falto de esa humildad, llevó a jugar contra el Villanovense a unos cuantos suplentes y algún que otro desconocido del Barça B, pensando que con eso bastaría para ganar al Villanovense y sin despeinarse, esto último al menos es lo que interpreta la prensa.
Una vez explicado esto, me gustaría explicar ahora porque ayer el Barça NO recibió ningún baño de humildad, ninguna lección de moral ni nada parecido. Como todo el mundo que siga el fútbol sabe, el calendario está siendo muy ajustado, especialmente este año, no solo el Barça si no también el Real Madrid está sufriendo numerosas bajas. Si a Luis Enrique se le ocurre llevar a Suarez, a Neymar o a Rakitic a este partido y acaban lesionados, los socios del Barça no estarían muy contentos y la prensa estaría ahora diciendo que Luis Enrique ha gestionado mal la plantilla. Sin ir más lejos, el propio entrenador dijo que le hubiera gustado dejar a mas jugadores en casa, pero están obligados a jugar 7 del primer equipo. Con calendario ajustado o no, sería lo mismo, ningún entrenador va a llevar a sus estrellas a jugar contra el Villanovense y esto no es necesariamente una falta de humildad, es darle descanso a ciertos jugadores cuando se puede, porque lo cierto es que el Villanovense no tiene nada que hacer contra el Barça aunque este jugara con los alevines y mucho menos a doble partido. Por cierto, de haber recibido alguien alguna lección sería Luis Enrique y no el Barça, pues es solo una entidad.

Luis Enrique no está contento al tener que llevar  tantos jugadores del primer equipo

Pero sin duda lo que ha hecho que la prensa se abone a esta humildad ha sido el resultado, ese 0-0 que ha sido sin duda alguna un gran triunfo del Villanovense, el Barça ha sido humillado, aleccionado y puesto en su lugar por un triste 0-0 en un partido que nadie recordará en sus vidas. Es obvio que el Villanovense hizo un buen partido dentro de sus posibilidades y peleó, algo que entra dentro del guion en un equipo que se enfrenta por primera vez y posiblemente última al Barça. Lo vemos todos los años. Yo, que llevo mis años siguiendo al F.C. Barcelona, no esperaba un resultado muy distinto.
El Barça jugó ayer en la defensa con Douglas, ese lateral que todavía nadie sabe porque se fichó, que solo ha jugado dos partidos con el Barça y que viene de una lesión (ayer volvió a lesionarse de 2 meses) y con Vermaelen que después de estar un año lesionado volvió a recaer. En el medio del campo jugaron Gumbau, Samper y Kaptoum, quien debutó por primera vez en el primer equipo. Adelante, junto a los ya conocidos Sandro y Munir jugó Adriano, que es lateral y no delantero. Es decir, el Barça jugó con un popurrí de jugadores que jamás habían jugado juntos en su vida, muchos de ellos ni entrenado juntos y que no podía dar otro resultado que el visto ayer. Nada fuera de lo normal.

La "multimillonaria" alineación del Barça frente al Villanovense
Sin embargo, desde la prensa se ensalza el gran triunfo del Villanovense por sobre el Barcelona. Se habla de humildad, de esfuerzo y de sacrificio solo para dejar mal al Barça y esto es lo que me chirría. El resultado de ayer le viene como anillo al dedo a la prensa, porque por un lado pueden vender esa humildad que tanto les gusta, ese sensacionalismo barato y ese sentimentalismo que ablanda a unos cuántos y además dejar mal al Barça.
En la televisión no se habla de otra cosa, incluso Cristina Pedroche, que debe saber mucho de fútbol, dice: “Gran tirunfo del Villanovense y un palo para los del Barça.” Personalmente dudo que a alguien del Barça le fastidie este resultado, de hecho, tan preocupado debió de estar Luis Enrique por el resultado que en el partido solo se realizó un cambio, entró un tal Aitor. En el banquillo, por cierto, si estuvo Rakitic, pudo haber salido y evitar este “palo”, pero ¿para qué? Da igual si el Villanovense marca un gol o dos, no hay forma de que pase esta eliminatoria en el Camp Nou.
Cuando se dice que el Barça ha recibido un baño de humildad se comparan los presupuestos de ambos equipos, se está diciendo eso por no jugar con las estrellas, sin embargo, no se dice que el “triunfo” del Villanovense ayer no fue contra el Barça, porque esa alineación no volverá a repetirse, el Barça de ayer no fue el Barça que todos conocemos, pero para ensalzar al Villanovense no se está hablando de la alineación del Barça, es totalmente contradictorio.
Muchos tampoco se dan cuenta que en este afán de ensalzar al Villanovense se está menospreciando a los jugadores del Barça. Ayer fue el día en el que Munir y Sandro se dieron cuenta de que no tendrán lugar en este Barça, el día en el que ni el propio Douglas sabe aún por qué se le fichó, el día en el que debutó un tal Kaptoum… y por dejar mal al Barça, es decir a Messi y 4 más, porque de esto va todo (y ni siquiera jugaron), se está menospreciando a esos jugadores que ayer tuvieron una oportunidad y que también son “humildes”, para muchos de ellos sí que sería un “palo”, no para el aficionado. Son chavales jóvenes que desean triunfar en la vida y que ahora cargan con el peso del resultado (y de su futuro) porque a unos les interesa acabar con todo lo que lleve la palabra Barça.
El problema aquí no es lo que diga la prensa, si no aquellos que se la creen y están en Twitter repitiendo lo que escuchan y más tarde en las calles. Desde aquí me gustaría decir, olviden la humildad que les quieren vender desde la prensa, olviden las lecciones de moralidad que no les van a llevar a ningún sitio en la vida, con todo el respeto, los del Villanovense no han logrado ningún éxito. Se enfrentaron al Barça gracias a un sorteo y han hecho lo que han podido, enhorabuena por ello, nada más.
Los jugadores del Villanovense trabajan por la mañana y después juegan al fútbol, algunos son barrenderos, otros médicos… no tienen tiempo libre para sus familias y cobran poco. ¿Quién quiere esa vida? Todos ellos darían lo que fuera por estar en la piel de los jugadores del Barça, no se engañen, ustedes no les van a decir a sus hijos: “Lo siento, no tengo tiempo para jugar contigo, hoy no hay de comer, pero ¿sabes qué? Un día le di un baño de humildad a los jugadores del Barça.” No, de eso no se vive, pero hoy triunfa la humildad por encima de todo como el camino a seguir en esta vida, sean humildes y llegarán lejos, doblegarán a los más fuertes, esto es lo que se vende desde la televisión cada vez más frecuentemente. Uno no tiene más que ver programas como “Pesadilla en la Cocina”, “El jefe infiltrado” y sucedáneos similares para ver como la televisión se recrea en historias personales dramáticas y después las ensalza como si fueran auténticos héroes, como queriéndonos decir tu sigue así, pobre, que lo importante es ser una buena persona, mientras yo me forraré a tu costa.
Si eso es la humildad yo no la quiero, prefiero estar en el banquillo junto a Rakitic mientras pienso en mi familia o al lado de Neymar mientras graba un vídeo para Instagram en uno de sus muchos coches. Si la humildad es tener que levantarme mañana temprano para ir a barrer las calles y ser feliz porque ayer “le di un baño de humildad al Barça”, entonces yo no la quiero.
En la temporada 2013/14, hace ya dos años, el Real Madrid se enfrentó al “humilde” equipo del Olímpic de Xativa, (ese famoso partido disputado en césped artificial) con idéntico resultado que el de ayer, 0-0, en un partido en el que jugadores como Isco o Jesé hicieron alarde de su “humildad” y solo intentaban la jugada personal, humillando a sus rivales, poco juego en equipo se pudo ver, ya que estaban más interesados en dejar claro que eran unas estrellas que no debían estar disputando ese partido. No obstante, al día siguiente no se vendía en la prensa que el Olímpic le acabó dando un baño de humildad al Madrid. Por no hablar ya del famoso alcorconazo, ese equipo que con toda su “humildad” le metió cuatro al Madrid y lo echó de la Copa. Eso sí que debió ser un auténtico baño de humildad.

Una simple búsqueda en Google de Olimpic - Real Madrid está llena de imagenes de Isco driblando a los jugadores del Olímpic.

El término humildad se aplica a la persona que tiene la capacidad de restar importancia a los propios logros y virtudes y de reconocer sus defectos y errores.